Desde UGT hemos trasladado a la empresa nuestra disconformidad y desagradable sorpresa por el giro que se ha dado en el establecimiento de objetivos para este segundo semestre.

El hecho de incluir un objetivo de Compañía que mide el nivel de satisfacción de los empleados con su empresa pude tener un resultado perverso para quienes no estén satisfechos: valorar negativamente según su opinión y verse penalizados económicamente o mentir para no tener esa penalización.

Recordemos que muchos trabajadores no tienen garantía de revisión salarial, que muchos de los que la tienen se limita a un 1%, que con las reorganizaciones muchos compañeros han perdido complementos salariales, etc … es decir: muchas personas con mermas económicas importantes.

Estamos recibiendo muchas quejas, hay personas que se sienten presionadas porque saben que esto terminará aumentando su estrés y ansiedad.

Hay muchas maneras de medir nuestra satisfacción, y si la empresa quiere que eso repercuta en quienes tienen la responsabilidad de que estemos satisfechos: perfecto, pero con esta medida si hay malos resultados se penaliza económicamente a quienes precisamente sufren las consecuencias de la mala organización de la empresa que no les permite estar satisfechos.

Sin previo aviso ni puesta en común con los representantes legales de los trabajadores la empresa toma medidas de impacto y consecuencias imprevisibles.

Si a esto unimos que en algunos grupos se han establecido objetivos individuales cualitativos, muy ambiguos y difícilmente medibles con un peso del 30% cabe preguntarse…

¿qué está buscando realmente la empresa?